Mediante el análisis de las muestra de ADN los científicos crean un Índice de Paternidad a través de los 23 marcadores genéticos que comparan entre los del presunto padre y el hijo. Cada marcador genético se compone de regiones denominadas como “Locus” y hay un total de 24. Analizando cada uno de estos locus se obtiene el índice de paternidad.
Mediante la combinación de cada análisis de cada unos de los 24 locus, es decir, combinando cada resultado del Índice de Paternidad se calcula el Índice de Paternidad Combinada (IPC) por el cual se deduce la media de probabilidad de relación (asumiendo una probabilidad a priori del 50%). Si los resultados muestran un porcentaje del 99’99% la paternidad es afirmada. Es decir este porcentaje nos evidencia la probabilidad que tiene el individuo de ser el padre comparado con cualquier otra persona del mismo grupo étnico.