No es ningún secreto que la genética ya forma parte del día a día de cada uno de nosotros. Cada vez es más común leer noticias en los medios de comunicación acerca de pruebas de paternidad de ADN. Como por ejemplo en Inglaterra donde se ha descubierto la cruda realidad sobre el hecho de que cerca de 3 millones de personas fueron informadas incorrectamente sobre quiénes eran sus padres biológicos. Hoy en día gracias a la prueba de ADN se podrá saber exactamente de manera segura y con total fiabilidad si son o no realmente sus padres biológicos.
“…tres veces repitieron los doctores en el laboratorio, en el verano de 1995, la prueba de paternidad con muestras de ADN y tres veces obtuvieron el mismo resultado: las mellizas eran hijas de la misma madre, pero cada una tenía un padre diferente.”
El principal objetivo de la prueba de paternidad de ADN es determinar la relación biológica de parentesco existente entre individuos. Debido al elevado grado de fiabilidad de las pruebas, actualmente se utilizada esta tecnología para conseguir este objetivo. Y así aclarar muchas situaciones personales, como por ejemplo una de las más comunes, una mujer que no tiene claro quién es el padre de su hijo, ya sea por tener varias relaciones al mismo tiempo, o por haber tenido una aventura extraconyugal. En el pasado muchas mujeres optaban por guardar silencio por miedo a las consecuencias. Hoy en día gracias a esta tecnología es cada vez más difícil ya que resulta de fácil accesibilidad hacer las pruebas de ADN ya sea por parte de la madre, del padre o de cualquier otro familiar debido en parte a la sencillez del kit de muestreo.
¿Divulgar la verdad o no?
Se creía años atrás que era mejor para el bienestar del niño mantener en secreto su verdadera identidad en el caso de adopción. Hoy en día con la sensibilización cada vez más aguda por parte de las sociedades modernas en materia de derechos humanos se cree que es mejor divulgar la verdad aunque esa verdad a veces confunda al individuo, el niño en muchos de los casos, por no estar preparado psicológicamente.
No pretendemos establecer quién lleva razón, está claro que cuando se trata de menores se debe siempre estar alerta y tener en cuenta todos los factores. Este tipo de revelaciones son duras pero ante todo deben primar los derechos del niño como ser humano que es y como individuo que forma parte de la sociedad donde vive: el derecho fundamental de saber quiénes son sus padres biológicos. Hoy en día gracias a las pruebas de paternidad de ADN esto se ha convertido en tarea fácil y sobre todo con un grado de fiabilidad casi del 100%.